martes, 12 de mayo de 2009

EL POBLAMIENTO DE AMERICA DEL NORTE

El poblamiento de América

Proceso colonizador y etapas del poblamiento de América del Norte.

La presencia humana en Norteamérica se remonta a unos veinte mil años, esta ocupación se fue dando a través del estrecho de Bering, en dirección al sur, y afecto las

diferentes regiones desde Alaska hasta la costa del golfo de México.

Durante los siglos XVI y XVII, el asentamiento de las primeras colonias instaladas por los europeos en la costa atlántica introdujo una primera división del territorio en áreas de influencia bastante bien delimitadas:

Los españoles dominaban un vasto territorio que por el sur, y desde Florida a California, prolongaba el imperio mexicano.

Los franceses ocuparon Québec y Louisiana.

Los colonos británicos, más numerosos, se establecieron en los sectores centrales de la costa, desde la desembocadura del San Lorenzo hasta Georgia, instalándose incluso al norte en la zona de los Grandes Lagos, cerca de la bahía de Hudson.

Durante el siglo XVIII, la pugna entre las potencias europeas modifico el reparto territorial americano, sobre todo tras el tratado de Paris en 1763, por el que Francia cedió a los ingleses sus derechos sobre el territorio de Canadá y los situados al este del Mississippi, mientras España cedía Florida a cambio de Louisiana.

El proceso culmino en 1776, cuando las trece colonias británicas de la costa este rechazaron la sujeción a la metrópoli, iniciando una guerra que acabo en 1783 con la independencia de los Estados Unidos de América, en tanto las colonias al norte del San Lorenzo decidían permanecer vinculadas a la corona británica como dominio del Canadá y, por el sur, España mantenía sus posesiones desde Florida hasta California.

Los asentamientos europeos se limitaban a una franja relativamente estrecha desde el valle del San Lorenzo y siguiendo la llanura litoral hacia el sur, manteniendo los Apalaches como frontera natural.

Los colonos constituían una sociedad agraria, con un claro predominio de los pequeños propietarios que cultivaban reducidos lotes de tierra cuya producción se destinaba a la propia subsistencia, asentados en pequeños núcleos junto a una minoría de comerciantes y banqueros, generalmente británicos, que mantenía los contactos con la metrópoli.

En los estados del sur, la organización social y económica era diferente. Se había establecido el predominio de la economía de plantación basada en la abundante mano de obra importada de África. Así la gran propiedad y la agricultura orientada a la exportación de tabaco y algodón determino una estructura social más jerarquizada. Esta dicotomía se iría profundizando con los años, particularmente, con el inicio de la industrialización.

La historia de los Estados Unidos en la pasada centuria estuvo presidida por dos fenómenos esenciales, la Revolución Industrial y la expansión continua hacia las costas del Pacifico y del Golfo de México.

Parte de esa expansión se hizo por compra en 1803 Louisiana a Francia, en 1819 la península de florida a España, en 1867 Alaska a Rusia. Y también por anexión o conquista, tanto la costa de México como de las diferentes tribus autóctonas que fueron exterminadas o confinadas en reservas localizadas en regiones áridas del medio oeste, desde Dakota y Montana, hasta Arizona y Nuevo México.

La guerra de Secesión (1861-1865) permitió desbordar los Apalaches posibilitando un desarrollo agrario hacia los llanos. La ocupación de las llanuras se hizo mediante la venta de tierras a colonos a precio muy bajos. El ferrocarril ayudo con esta tarea al tiempo que se desarrollaban otros focos autóctonos ante la fiebre del oro en la costa del Pacifico.

La ocupación de Canadá fue similar aunque los contingentes migratorios fueron más escasos. La economía se baso en la agricultura de subsistencia y la comercialización de pieles. El rasgo original lo constituyo la organización del sistema agrícola conocido como rang, en donde el terrazgo dispuesto a lo largo del valle se organizo mediante lotes alargados y uniformes de unas 20 ha, perpendiculares al río que constituía la vía esencial de comunicación y que pervive hasta nuestros días.

Tanto en uno como en otro país el avance de la colonización se completo con la instalación de los ferrocarriles transcontinentales.

En una primera fase, cada puerto organizaba en su entorno un pequeño hinterland actuando como punto de interconexión con la metrópoli, y con escasas relaciones entre ellos.

Una segunda fase, identificada con el desarrollo del transporte fluvial potenciando el desarrollo de puertos y el crecimiento de ciudades interiores emplazadas en sus orillas.

En la segunda mitad del siglo se inicia la era del dominio ferroviario, con una rápida expansión del tendido, en pocos años el ferrocarril monopolizo casi todas las formas de transporte alterando todo el modelo territorial.


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